lunes, 16 de septiembre de 2013

25. Vigésimo quinta semana

Puedo ahora pertenecerme a mí mismo
y, radiante, expandir mi luz interior
en la oscuridad del espacio y del tiempo.
El ser natural empuja hacia en sueño,
las honduras del alma han de velar
y al velar, han de llevar la brasa solar
a los fríos raudales del invierno.

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