Purificar conscientemente el cuerpo astral. La antipatía y la simpatía se transforman en amor hacia todo. La pasión y el deseo callan. La fuerza de Cristo ilumina en nosotros lo que es luciférico y ahrimánico y nos fortalece en contr de ello.
Misterio: El trbajo sobre sí mismo rinde servicio al bien de todo y todos. El Arcángel Uriel sostiene ante nosotros el espejo en el que vemos cómo somos.
(Aries)
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